Acceso a la consciencia, una frase que suena mística, es una llamada para ver el mundo como realmente es. No necesitas engañarte o vivir en ilusiones fabricadas por una sociedad que valora los sentimientos por encima de los hechos. Es hora de abrir los ojos, al corazón, y sí, también a la mente. Una sociedad despierta es imposible sin individuos despiertos. Así que aquí te dejo unas “perlas” que te ayudarán a lograr una consciencia más real y auténtica.
Cuestiona Todo al Rededor: La primera regla para acceder a la consciencia es cuestionar absolutamente todo, empezar por lo que nos dicen que creemos. Vivimos en un mundo saturado de información donde la verdad se mezcla con la ficción. Cuestionar es el primer paso hacia la verdad.
No Sigamos al Rebaño: El ser humano tiene una tendencia natural a seguir a las masas porque es más cómodo que pensar por uno mismo, pero esa comodidad es el enemigo de la verdad. Deja de ser un borrego que sigue a cualquiera que grite más fuerte. La autenticidad reside en tomar el camino difícil de pensar y actuar conforme a lo que realmente es.
Desconfía de los Gurús Espirituales: Mucha gente vende acceso a la consciencia como si fuera un producto de supermercado. Los «gurús» ofrecen promesas rápidas y superficiales. Aléjate de ellos. La sabiduría real y la consciencia no tienen precio y no pueden ser empaquetadas o vendidas en un retiro de fin de semana.
Entiende que el Mundo es Competitivo: A menudo, el discurso popular intenta vendernos un mundo basado en la colaboración absoluta. Despierta. El mundo ha sido, desde tiempos inmemoriales, una competencia. Aceptar esa realidad nos ayuda a navegar mejor en él. La consciencia también es aceptar que no todas las personas desean nuestro bien.
La Naturaleza Humana No Cambia: Algunos quisieran convencerte de que podemos sobrepasar nuestra naturaleza material y carnal a través de la conciencia colectiva. Pues no es otra cosa que un mito fácil de vender. La naturaleza humana tiene aspectos inmutables. Entender y aceptar esto es crucial para despertar.
Limita el Entretenimiento Superficial: Vivimos en una época donde el entretenimiento vacío está diseñado para mantenernos ocupados sin realmente hacer nada valioso. Limitando el tiempo que pasamos en trivialidades nos da más tiempo para pensar, reflexionar y, en última instancia, elevar nuestra consciencia.
Valora las Tradiciones Culturales: En el afán de la modernidad y el progresismo, a menudo se tildan las tradiciones de obsoletas. Pero muchas contienen la sabiduría de generaciones. Las tradiciones no son enemigas de la consciencia, sino que son a menudo sus columnas vertebrales.
Reconoce las Realidades Biológicas: La biología no puede ser ignorada o redefinida al gusto de teorías modernas que pintan al ser humano como una hoja en blanco. Las diferencias biológicas son reales y facilitan una comprensión más rica sobre cómo operamos los humanos. El acceso a la consciencia implica aceptar lo que somos.
Busca Experiencias Reales: Despierta del hiperespacio digital donde muchas veces nos perdemos en lo irreal. Sal al mundo, conoce lugares, interactúa con personas cara a cara. Las experiencias reales crean un sentido más auténtico de la presencia.
Defiende tus Propias Creencias: Si has logrado destilar tus propias verdades, no permitas que te las impongan. Defiende tus convicciones con fortaleza. La consciencia también es la valentía de no dejarse manipular por corrientes que promulgan cosas que no se alinean contigo.
El despertar no es un proceso de autosuficiencia absurda, sino un llamado a ver la verdad cristalina que nos rodea. Si uno quiere vivir una vida auténtica, uno ha de esforzarse por alcanzarlo. Y para eso, es mejor abrir los ojos hoy que no abrirlos nunca.