¿Qué tienen en común un tapiz de fina seda y una fogosa crítica social? ¡Francisco de Goya! Sí, el maestro español conocido por retratar con maestría las luces y sombras de la humanidad comenzó su carrera con unos trabajos muy peculiares: los cartones para tapices. Entre 1775 y 1792, a las órdenes de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara en Madrid, Goya se sumergió en el mundo de los bocetos para tapices, capturando escenas de la vida cotidiana española con una mirada crítica y mágica a la vez. Este periodo representa una parte crucial de su evolución como artista y nos ofrece un vistazo fascinante a la sociedad de la época.
El Contexto Histórico y Artístico
Durante la segunda mitad del siglo XVIII, España era un hervidero de cambios. Los tapices, destinados a decorar los palacios reales, reflejaban un deseo de lujo y prestigio, y a la vez, eran una forma de preservación cultural. Goya comenzó a trabajar en estos cartones a unos pocos años de su llegada a Madrid, convencido de que sus colosales imágenes pronto decorarían las paredes de la nobleza y, por ende, sus visiones del mundo quedarían literalmente escritas en la historia.
Los cartones de Goya tienen un papel fascinante: son borradores a escala real de los tapices que eventualmente servirían como tapices decorativos. Dividido en distintas series, este conjunto de obras nos lleva por un recorrido visual que evoca desde la alegría campestre hasta el sombrío recordatorio de las tensiones sociales pre-revolucionarias.
Desmenuzando los Cartones más Emblemáticos
La Maja y los Remeros
En "La Maja y los Remeros", Goya presenta una imagen que nos hace sentir el viento en la cara y oler el agua del río. Una mujer elegante, vestida de blanco, es empujada por un par de musculosos remeros. Todo en este escena es movimiento, pero también tranquilidad, capturando el espíritu del ocio de la nobleza madrileña.
La Gallina Ciega
Uno de sus trabajos más famosos, "La Gallina Ciega" muestra una escena alegre y pictórica donde un grupo de jóvenes juega. Curiosamente, mediante este juego inocente, Goya refleja una crítica más profunda sobre la ceguera metafórica de la sociedad ante las tensiones políticas y sociales.
El Quitasol
"El Quitasol" es otra icónica obra, donde muestra a una pareja en una escena de campo serena y llena de luz. Este tapiz se enfoca en la belleza y el refinamiento, al tiempo que hace un guiño al arte del cortejo y las tradiciones sociales de su tiempo. La habilidad de Goya para capturar la luz natural y los detalles del vestuario lo convierten en un maestro excepcional.
La Técnica y el Genio
Los cartones revelan la destreza técnica de Goya y su creciente dominio del color y la luz. Estos trabajos suelen ser considerados precursores de sus futuras obras más sombrías. Goya no solo plasma lo que ve; explora lo que siente respecto a lo que ve.
La técnica al óleo aplicada con una pincelada directa, desenfadada pero efectiva, captura la textura y el movimiento de las figuras. A través de estos cartones, Goya desarrolló una comprensión profunda del claroscuro, jugando con sombras para añadir dramatismo y narrativa.
De los Cartones a la Revolución Artística
El contacto constante de Goya con la nobleza mediante su trabajo en los cartones le permitió observar de cerca las contradicciones de sus patronos. Esto desencadenó paulatinamente su inclinación a criticar la hipocresía social y política. Sus futuros trabajos en estampas, donde las visiones oscuras y grotescas dominan el espectro visual, son testimonio de la evolución artística empezada con estos cartones. Quién iba a imaginar que estas alegres escenas campestres serían el preludio a sus abrumadores "Caprichos" y "Desastres de la guerra".
¿Por qué son Relevantes Hoy?
Los cartones para tapices de Goya son una mezcla rica e inspirada de creatividad y comentario social, y siguen fascinando tanto a estudiosos como a admiradores del arte. En una época donde las imágenes tienden a ser rápidamente consumidas y olvidadas, estos cartones nos invitan a detenernos, observar y cuestionar. Nos recuerdan que entre el color y el trazo pueden esconderse mensajes poderosos sobre la humanidad, la moral y la sociedad.
Estos trabajos siguen siendo objeto de estudio no solo por su maestría técnica, sino por su gran valor histórico y antropológico. En una exposición, los cartones nos trasladan directamente a las plazas, campos y ríos de una España en transición, brindándonos la oportunidad de explorar el tiempo a través de los ojos de un pionero del arte.
Así que la próxima vez que contemples un tapiz, detente un momento. Piensa en la historia oculta detrás de sus hilos y recuerda a un joven artista cargado de ideas, pincel en mano, listo para cambiar el mundo un cartón a la vez.