La temporada 26 de 'Doctor Who' es como un viaje en la TARDIS a través del tiempo, lleno de giros fascinantes y desarrollos inesperados que te hacen cuestionar la naturaleza humana y la ciencia ficción. Estrenada en 1989, esta fue la última temporada de la serie original antes de su larga pausa de 16 años. Producida por la BBC, bajo la dirección de los legendarios guionistas Andrew Cartmel y Ben Aaronovitch, se emitió en una época de grandes cambios culturales en el Reino Unido y fue filmada principalmente en locaciones emblemáticas que enriquecían la atmósfera de cada episodio. ¿Por qué recordamos esta temporada como un punto culminante de la televisión de ciencia ficción? Quizá porque se atrevió a imbuir tramas complejas con una dosis de optimismo y curiosidad científica, reflejando nuestra interminable búsqueda de conocimiento.
El Séptimo Doctor, interpretado por Sylvester McCoy, es famoso por su carácter enigmático y amabilidad optimista, uniendo así las dos facetas que tanto aman los seguidores de la serie. Esta temporada ve al Doctor empujando los límites tempranos de lo que llamamos 'actuar con el poder del conocimiento', mientras que su compañera Ace, interpretada por Sophie Aldred, da vida a una nueva generación de protagonistas audaces y empáticos.
La temporada está compuesta por cuatro seriales: 'Battlefield', 'Ghost Light', 'The Curse of Fenric' y 'Survival'. Cada uno de estos ofrece algo único, equilibrando historias interesantes con preguntas filosóficas que invitan al espectador a reflexionar.
'Battlefield': Este serial abre la temporada con un toque de mitología artúrica. El Doctor y Ace se encuentran en medio de un conflicto entre caballeros de una dimensión paralela y una versión modernizada de Merlín. Lo fascinante de este episodio es su exploración del tiempo no-lineal, que sugiere que el futuro puede influir en el pasado. Esto deja a la audiencia pensando sobre la naturaleza de la causa y el efecto en el universo.
'Ghost Light': Con una ambientación gótica, este episodio abraza el misterio en su máxima expresión. Ubicada en una mansión victoriana, la historia gira alrededor de temas como la evolución y la resistencia al cambio. Aquí, los temas científicos son más prominentes, jugando con las teorías evolucionistas no como amenazas sino como ámbitos de descubrimiento.
'The Curse of Fenric': Quizá la historia más sombría de la temporada, reflexiona sobre las sombras en el alma humana. Se centra en la Segunda Guerra Mundial y las angustiantes decisiones que enfrentaron innumerables seres humanos. Examina cómo nuestros miedos y creencias pueden ser tanto nuestro mayor enemigo como nuestra salvación.
'Survival': Es el último serial de la temporada y, adecuadamente, de la serie original. Aquí, el Doctor y Ace regresan a las raíces de Ace en el Londres contemporáneo, solo para enfrentarse a un mundo extraño y en transformación. Reflexiona profundamente sobre la supervivencia y lo que significa realmente 'ser humano' en tiempos de adversidad.
Estos episodios no solo cerraron con broche de oro la era clásica de 'Doctor Who', sino también dejaron una puerta abierta que inspiraría la renovación de la serie en 2005. La temporada 26 es un testamento al poder de la ciencia ficción para abrir puertas al diálogo, permitirnos cuestionar el mundo que nos rodea y potenciar nuestro amor por el descubrimiento. Esto nos recuerda la magia única de la serie: la capacidad de invitar a la audiencia a imaginar lo imposible con la esperanza de que algún día podríamos hacer semejante realidad.
A través del lente de la ciencia y una narrativa vívida, 'Doctor Who' sigue siendo una fuente de inspiración y esperanza. La temporada 26, cargada de simbolismos y tramas complejas, habla a la parte de nosotros que nunca deja de preguntar '¿Por qué?' y '¿Qué sigue?'. En un mundo que enfrenta desafíos continuos, recordar los viajes del Doctor nos recuerda que el conocimiento es nuestra mejor herramienta para enfrentarlos.