El Caballo Blanco de Folkestone: Un Gigante de Tiza en la Colina
¡Imagina un caballo gigante tallado en la ladera de una colina! Eso es exactamente lo que encontrarás en Folkestone, una ciudad costera en el sureste de Inglaterra. El Caballo Blanco de Folkestone es una impresionante figura de tiza que fue creada en el año 2003 por el artista Charlie Newington. Inspirado por los antiguos caballos de tiza de Inglaterra, como el famoso Caballo Blanco de Uffington, Newington decidió darle a Folkestone su propio símbolo equino. Este proyecto se llevó a cabo en Cheriton Hill, cerca del túnel del Canal de la Mancha, y se ha convertido en un emblema local que celebra tanto la historia como la creatividad contemporánea.
El Caballo Blanco de Folkestone no es solo una obra de arte, sino también un testimonio de la habilidad humana para transformar el paisaje. La figura mide aproximadamente 90 metros de largo y 50 metros de alto, y fue creada utilizando tiza blanca, un material abundante en la región. La elección de este material no solo conecta la obra con las antiguas tradiciones de figuras de tiza en Inglaterra, sino que también resalta la geología única de la zona. La ubicación en Cheriton Hill fue seleccionada estratégicamente para que el caballo sea visible desde el aire, ofreciendo una vista espectacular para los viajeros que llegan a través del Eurotúnel.
El proyecto fue impulsado por la comunidad local y financiado en parte por donaciones, lo que demuestra el entusiasmo y el apoyo de los residentes de Folkestone. La creación del Caballo Blanco también tuvo un impacto positivo en el turismo, atrayendo a visitantes curiosos que desean ver esta maravilla moderna. Además, el caballo ha sido utilizado en eventos culturales y deportivos, convirtiéndose en un símbolo de orgullo para la comunidad.
El Caballo Blanco de Folkestone es un ejemplo fascinante de cómo el arte puede integrarse en el entorno natural, creando un vínculo entre el pasado y el presente. Este gigante de tiza no solo embellece el paisaje, sino que también invita a la reflexión sobre la relación entre el hombre y la naturaleza. Así que, si alguna vez te encuentras en el sureste de Inglaterra, no te pierdas la oportunidad de admirar esta obra maestra contemporánea que sigue inspirando a todos los que la contemplan.