La Intrigante Naturaleza de 'Ser Liebre es Humano'

La Intrigante Naturaleza de 'Ser Liebre es Humano'

La novela 'Ser Liebre es Humano', escrita por Claudia Amengual, nos invite a reflexionar sobre la lucha por la libertad en un mundo que intenta domesticarla. A través de una narrativa vibrante y personajes entrañables, se exploran temas como la identidad y la resistencia.

KC Fairlight

KC Fairlight

¿Sabías que ser 'liebre' puede ser una metáfora de nuestra condición humana? La obra 'Ser Liebre es Humano', escrita por Claudia Amengual y publicada en 2022, nos lleva por un viaje donde las liebres y los humanos comparten más de lo que podríamos imaginar. Ubicada en un mundo contemporáneo y urbano, esta novela explora las complejidades de identidad, libertad y lucha política a través de sus peculiares personajes.

La trama se desarrolla en Montevideo, Uruguay, y sigue a Paula, una mujer joven que se encuentra en el cruce de caminos entre sus obligaciones y deseos personales. La autora pinta un paralelismo entre los instintos de las liebres y las elecciones conflictivas de los humanos. Las liebres, conocidas por su agilidad y capacidad para escapar de peligros, simbolizan la búsqueda de libertad y el deseo de evitar el control opresivo. En un mundo donde vivir libremente parece un lujo, Paula y sus compañeros deben maniobrar en medio de las tensiones sociopolíticas que afectan no solo a sus vidas personales, sino al tejido social uruguayo. Claudia Amengual nos ofrece una reflexión sobre los condicionamientos sociales que, bajo una apariencia de normalidad, tratan de domesticar nuestra esencia.

Claudia Amengual logra captar la esencia de su generación sin caer en estereotipos. Mariana, por ejemplo, representa la dualidad de ser a la vez rebelde y afectuosamente allegada a su origen, un conflicto común para muchos de quienes luchan por hacerse oír en un mundo que los silencia. Los personajes atraviesan situaciones que al lector le resultan cercanas, como la presión de ser fiel a uno mismo mientras se lidia con las expectativas externas que nunca logran alcanzar. Amengual nos da un vistazo dentro del proceso de empoderamiento femenino. Aunque Paula enfrenta obstáculos, busca reivindicar su espacio personal y profesional.

Pero, ¿de dónde surge la idea de 'ser liebre'? En una sociedad que, a menudo, castiga la libertad individual en nombre de la estabilidad, tomar el ejemplo de la liebre resulta el reconocimiento de una lucha interna por no ser engullidos por las normas que otras generaciones podrían considerar inmutables. Este concepto encuentra resonancia en el activismo actual, que aboga por cambios estructurales en busca de justicia e igualdad. La novela nos recuerda que lo personal aún es político, y al igual que Paula, debemos correr ágilmente entre los impedimentos estructurales de una sociedad que se resiste al cambio.

Por otro lado, 'Ser Liebre es Humano' también nos invita a considerar un punto de vista menos hedonista: la posibilidad de que el deseo de libertad traiga consigo la responsabilidad de enfrentarse a la soledad. Aquellos temerosos del cambio y sus inevitables sacrificios suelen encontrar consuelo en la estructura y la rutina, algo que Amengual no ignora. Reconoce que la estabilidad tiene sus adeptos y que, aunque ser 'liebre' es atractivo, existen sacrificios que a veces nos dejan desarmados y, sobre todo, vulnerables.

En línea con las luchas sociales contemporáneas, la novela sintoniza con la necesidad de cuestionar lo establecido. Los movimientos sociales alrededor del mundo, desde #MeToo hasta Fridays for Future, reflejan una nueva generación que se rehúsa a quedarse quieta, desafiando estructuras en nombre de un bien mayor. Amengual captura esta urgencia, empatizando con aquellos que buscan un cambio genuino, pero también entendiendo a los que sienten que la rapidez del cambio puede ser abrumadora.

Si bien 'Ser Liebre es Humano' se centra en los desafíos locales de su contexto, su mensaje es universal. Nos habla de la necesidad de adaptar la tradición a las demandas del presente, de reimaginar el concepto de normalidad y, sobre todo, de la importancia de perseguir el cambio a pesar del miedo y la incertidumbre. Este texto se une a una creciente lista de narrativas que invitan a no conformarse, a encontrar el espacio entre ser 'liebre' y ser humano, donde, a fin de cuentas, todos nos encontramos buscando nuestro lugar de pertenencia.

La obra de Claudia Amengual no es solo una novela sobre liebres y humanos. Es un recordatorio para todos nosotros, especialmente para la Gen Z, de que aunque el mundo se vea diferente, debemos seguir corriendo con valentía. Porque en esa carrera está la clave para un futuro más amable, igualitario y verdaderamente libre.