¿Alguna vez te has perdido en un álbum cuya música parece llevarte a través de un paisaje sonoro? En 2021, el grupo de metal progresivo Scale the Summit lanzó su último álbum titulado Monumento. Este lanzamiento trajo consigo una oleada de emoción e innovación musical que dejó a muchos fanáticos tanto de este género como de la música instrumental tiempo de saborear una obra de arte sonora. La banda, conocida por su habilidad para fusionar complejidad técnica y melodías envolventes, demostró una vez más por qué son un pilar en el mundo del rock progresivo.
Con Monumento, Scale the Summit vuelve a sus raíces después de recorrer un camino lleno de evolución musical que inició en 2004 en Houston, Texas. Este álbum representa tanto un regreso como una evolución artística, con la banda enfocándose más que nunca en la maestría instrumental y en ofrecer una experiencia auditiva única. El álbum presenta vibrantes y complejas guitarras junto con ritmos intrincados que desafían las convenciones. Para los fans de la banda, este álbum es una celebración de su legado musical, mientras que para los nuevos oyentes ofrece una puerta de entrada a un mundo sonoro rico y multifacético.
Desde el momento en que pulsas el reproductor, se abren los cielos imaginarios llenos de cambios de tempo y atmósferas cautivadoras. Cada canción parece construida como una pieza de arte cuidadosamente esculpida, que te atrapa con su creatividad y ejecución técnica. En el mundo caótico en el que vivimos hoy en día, encontrar un espacio para detenerse y disfrutar de la música instrumental se convierte casi en un acto rebelde de autocuidado. Este álbum ofrece justamente eso, un refugio auditivo en el cual podrías encontrar tanto paz como inspiración.
Es fascinante considerar cómo el álbum captura elementos de arquitectura sonora clásica mientras inyecta modernidad. Es un reflejo de cómo la música puede servir de puente entre diferentes épocas y estilos. Aquí, la guitarra eléctrica no solo es un instrumento, sino la voz principal que narra historias sin palabras, respaldada por una batería enérgica que actúa como el latido del álbum. En Monumento, cada miembro del grupo no solo se dedica a tocar su instrumento, sino que parece estar narrando un cuento en concierto con sus compañeros.
Hablar de un álbum instrumental puede parecer un desafío. Sin líricas a las cuales aferrarse, el oyente debe encontrar significado en la pura melodía y ritmo. Esto puede ser un punto a favor o en contra para algunos. Algunos críticos podrían argumentar que la falta de voz humana hace difícil conectar emocionalmente, mientras que otros podrían encontrar que esta falta de distracciones líricas genera un espacio para una experiencia más pura y personal. Esta diversidad de opiniones es justamente lo que mantiene viva la relevancia de un álbum como Monumento.
En una época dominada por el audio digital y listas de reproducciones rápidas, es revitalizante ver que álbumes como Monumento continúan desafiando nuestras expectativas de lo que la música puede ser. La capacidad del álbum de mantener una conexión orgánica con el oyente, mientras ofrece elementos de sorpresa, demuestra que la música progresiva sigue siendo tanto influyente como evolutiva. Este álbum refleja una resistencia al conformismo, invitándonos a explorar un mundo donde el sonido es tanto un viaje como un destino.
Tal vez eres un fanático del metal progresivo que disfruta de complicaciones en los compases y acordes, o tal vez eres nuevo en este género y buscas ampliar tus horizontes musicales. En cualquier caso, es posible encontrar algo en este álbum que desafíe tus expectativas y te regale un momento de introspección. Así como la arquitectura monumental a menudo busca transmitir permanencia y significado, Monumento aspira a dejar una marca duradera en aquellos que lo escuchan.
El impacto de Monumento no solo se siente en aquellos que ya son fanáticos de Scale the Summit, sino que también extiende su influencia a la nueva generación de músicos que buscan inspiración en sus elaboradas composiciones. La banda, al construir cada track minuciosamente, demuestra que, aunque la música pueda ser un comercio, no debe renunciar a ser un arte. Es una declaración de amor por el proceso creativo y por aquel instante donde el oyente y el artista se encuentran, aunque momentáneamente, en la misma frecuencia emocional.
Siendo gen Z, es natural que busques música que sea tanto legítima como emocionalmente resonante. Scale the Summit, con Monumento, demuestra que la música instrumental puede ser exactamente eso. La banda deja claro que, incluso en un mundo sobrecargado de información y conectividad virtual, todavía podemos escuchar más allá de lo inmediato, apreciar el valor de la ejecución y el detalle, y encontrar significado en la belleza sonora pura.