La Era de los Gabinetes de Magufuli: Cambiando el Juego en Tanzania

La Era de los Gabinetes de Magufuli: Cambiando el Juego en Tanzania

John Magufuli, conocido como 'El bulldozer', transformó el sistema político de Tanzania a través de sus gabinetes, buscando eficiencia y transparencia. Sin embargo, su enfoque autoritario trajo tanto elogios como críticas.

KC Fairlight

KC Fairlight

Cuando John Magufuli asumió la presidencia de Tanzania en noviembre de 2015, pocos imaginaron que su mandato traería tanta controversia y transformación. Magufuli, conocido por su estilo de liderazgo directo y pragmático, rápidamente se ganó el apodo de 'El bulldozer'. Este sobrenombre no solo reflejaba sus políticas infraestructurales sino también su enfoque en la administración gubernamental: sus gabinetes. Desde el principio, su intención fue clara: eliminar la corrupción y mejorar la eficiencia en todas las áreas del gobierno.

Uno de los cambios más notorios que introdujo fue revisar por completo los gabinetes ministeriales. Sus decisiones sorprendieron tanto a aliados como a críticos, pues en poco tiempo redujo el tamaño del gabinete, eliminó puestos considerados innecesarios y nombró a tecnócratas en lugar de políticos de carrera. Esto fue un cambio radical en la manera en que se gestionaba el gobierno en Tanzania. La innovación vino con elogios de quienes vieron en su acción una respuesta directa a las necesidades reales del país, y también con críticas de aquellos que temían una consolidación excesiva de poder.

La reducción del gasto público fue uno de los pilares fundamentales de Magufuli. Este enfoque económico fue bien recibido por la comunidad internacional y muchos ciudadanos que veían en la corrupción un obstáculo para el desarrollo del país. Al nombrar a especialistas con antecedentes técnicos en lugares estratégicos, intentó asegurar que las decisiones se basasen en datos y no en favoritismos políticos. Los críticos, sin embargo, expresaron preocupaciones sobre la disminución del contrapeso político y el riesgo de que el poder se concentrara en un círculo estrecho de asesores cercanos a Magufuli.

Para entender mejor, uno puede recordar la historia de Edward Lowassa, un influyente político tanzano. La exclusión de figuras como Lowassa de posiciones clave sirvió como ejemplo del tipo de cambios que Magufuli buscaba. Aquellos asegurados en sus cargos durante décadas se encontraron confrontados por nuevas figuras que impulsaban otro tipo de cambios más inmediatos, como los recortes drásticos en ceremonias gubernamentales costosas y el énfasis en la rendición de cuentas que antes parecía puro discurso, pero llegó a cobrar vida bajo su mandato.

Pero no todo era perfecto en el mundo de los gabinetes de Magufuli. Sus detractores señalaban el creciente autoritarismo, criticando la rápida desmantelación de rivales y la centralización del poder. Ya se estaba formando una narrativa: la del hombre fuerte que hace todo por el bien del país, a cualquier costo. ¿Hasta dónde era él realmente el defensor del pueblo, y en qué momento se convirtió en el amo de un sistema cerrado?

Algunas de estas preocupaciones se materializaron cuando comenzó a cerrar periódicos y encarcelar a críticos. Magufuli defendió estas acciones argumentando que era necesario mantener la estabilidad y el orden en el país. Sin embargo, para muchos, esto fue un retroceso en términos de libertad de expresión y democracia. El miedo era que los logros económicos se lograran a expensas de la libertad personal y política.

Magufuli dejó huella en la forma en que se realizan elecciones internas y las promesas que los partidos deben cumplir frente a su pueblo. Estableció un precedente en el que el enfoque en la política interna del partido pudo volverse secundario al interés nacional. Sin embargo, el desafío continuo era cómo balancear el poder de manera equitativa e incluir voces disidentes necesarias para un verdadero futuro democrático.

Pese a todo, no se puede negar que su período produjo un legado mixto: una estructura económica más fuerte, pero con serios desafíos democráticos. Tal fue el impacto de sus políticas que aún después de su repentino fallecimiento en marzo de 2021, el debate sobre su administración persiste en el discurso político de Tanzania.

El legado de los 'Gabinetes de Magufuli' sigue siendo un tema de debate en África y más allá. Para los jóvenes de Gen Z, esta historia es un recordatorio de que los cambios rápidos pueden traer resultados visibles, pero siempre a costa de ciertos sacrificios. La pregunta que queda es cómo las futuras administraciones equilibrarán estos elementos, y qué lecciones aprenderán del período de Magufuli para avanzar hacia un futuro más inclusivo y democrático.